Actualmente en el mundo de la conducción alternativa hay un gran debate sobre qué baterías deben usarse en los coches eléctricos. Una de las batallas existentes es el litio contra sodio, es decir que iones se utiliza para provocar que la batería sea más rentable y tenga un buen funcionamiento.
Cabe destacar que cada elemento tiene sus fortalezas y también sus debilidades y te las indicaremos más adelante. Así podrás determinar, cuales de estos elementos serían mejores para la conductividad alternativa.
Baterías de litio
Las baterías de litio son las más comunes en los coches eléctricos y tienen más del 90% del mercado del mismo. Estas usan iones de litio, que están compuestas por elementos metálicos que no son tan abundantes como los elementos del cobalto. Estos están en las celdas de energía en un estado líquido en formas de electrolitos.
La principal cualidad del ion de litio es que puede almacenar una gran cantidad de energía, permitiendo una gran autonomía a los coches eléctricos. También hay que mencionar que la misma ya tiene todo el proceso de desarrollo creado, desde la extracción y procesamiento de los componentes hasta su ensamblado.
Actualmente el país que posee mayor dominio en su desarrollo es China que tiene el 79% del control de la fabricación de este dispositivo. También cuenta con acuerdos con los principales proveedores de los elementos necesarios para fabricarlas, como es el caso de Argentina que tiene grandes reservas de cobalto y otros minerales.
Ahora empecemos con los puntos débiles de las baterías de litio, la principal es su poca velocidad de recarga. Para recuperar la autonomía de un coche eléctrico con un cargador de última generación se necesitan 30 minutos y si lo haces desde una toma tradicional, lo mínimo a gastar serían 8 horas.
También hay que señalar que los iones de litio son muy susceptibles a las temperaturas y a los cambios del clima. Por ende, en climas fríos la autonomía del coche se ve afectada considerablemente, disminuyendo la capacidad de recorrido del coche.
Por último, la alta demanda de las baterías y la escasez de los componentes para fabricarlas, hacen que cada día sean más costosas, incrementando los precios de adquisición de los coches eléctricos.
Baterías de sodio
Las baterías de sodio, también usan iones en estado líquido, pero su principal componentes es el sodio no el litio. Actualmente, este tipo de fuentes de almacenamiento de energía está en estudio y solamente existe un coche eléctrico que usa este tipos de dispositivos.
Sin embargo, el sodio promete muchos beneficios por las ventajas de este componente, como puede ser su abundancia en el planeta. Esto abarataría los costes a mediano y largo plazo, ya que sería mucho más fácil de conseguir. Es probable que a corto plazo si se puedan subir los precios de producción, considerando que no han sido desarrollados por un sistema de fabricación en secuencia para las baterías de sodio.
Otro beneficio que ofrecen las baterías de sodio es la recuperación rápida de autonomía. A diferencia de las de litio este componente permite que se asimile la energía con mayor velocidad, reduciendo los tiempos de recarga de los coches eléctricos. También hay que señalar que su autonomía no se ve afectada por el clima, otra ventaja que posee sobre su similar de litio.
El único detalle que poseen las baterías de sodio es la baja densidad de energía que soportan, si se les compara con las de litio. Esto implica que tendrían una autonomía de recorrido menor y es el principal estudio que están haciendo las principales empresas, para determinar cómo pueden solventar esta situación.
¿Quien gana en Litio contra Sodio?
Si te preguntas quien gana entre litio contra sodio, a corto plazo ganaría el litio, considerando que ya tiene el sistema de fabricación desarrollado. Sin embargo, al avanzar las investigaciones y se desarrolle la cadena de fabricación, el sodio tiene más oportunidades, por su rentabilidad y abundancia en el planeta.